domingo, 20 de diciembre de 2015

Medidas preventivas

Las medidas a tomar para minimizar la corrosión son:
a) Estudios del medio ambiente especifico:
Se debe realizar un estudio serio y profesional del medio ambiente que rodeara nuestro material, si es que a un no ha sido instalado, o del medio presente actualmente actuando en nuestras instalaciones. Este estudio permitirá conocer que tan corrosivo es el medio o que aleaciones son las más resistentes, o que velocidad de corrosión estimada se tendrá en cada aleación, o que tipo de recubrimiento, metálico u orgánico, es el más apropiado, así como los espesores mínimos de dicho recubrimiento.

b) Selección adecuada de metales y aleaciones:
Lo ideal sería utilizar el metal o aleación menos corrosible en la atmósfera bajo consideración, sin embargo hay otros parámetros a considerar para la selección tales como: resistencia metálica, costo, facilidad de adquisición, etc.
Adicionalmente se debe buscar información sobre que materiales metálicos son los más aptos a los menos aptos para una determinada atmósfera. Si el material escogido sea por el precio, o por la facilidad de adquirirlo en el mercado o por sus propiedades mecánicas, etc., no es menos corrosible, entonces se conocerá cuanta corrosión se esperara, (velocidad de corrosión), y por ende, se tendrá una buena idea sobre la necesidad de pintarlo o de recubrirlo o de mantenerlo en forma frecuente. El asumir que todos los materiales metálicos requieren el mismo sistema de pintura o el mismo programa de mantenimiento puede ser un grave error que conducirá al deterioro y corrosión rápida de los materiales más corrosibles.

c) Diseño:
Se debe tener en cuenta, al momento de diseñar algunas estructuras o equipos, lo siguiente:
-Evitar que el salitre o viento marino entre DIRECTAMENTE hacía los componentes eléctricos, interruptores, disyuntores, medidores, y todo equipo sensible.
Si es posible, no se debe “Encarar” la entrada o equipo sensible hacia el mar o en contra del viento predominante, el cual transporta salitre, sucio, hollín, arena etc. Esta simple medida puede llegar a prologar la vida útil de los materiales metálicos así como a la pintura o recubrimiento respectivo y disminuirá la frecuencia o complejidad del mantenimiento.
-Eliminar diseños complicados en donde será muy fácil la acumulación de salitre, polvo, tierra, etc., es decir, donde el contacto entre humedad y el material metálico será muy prolongado y la limpieza o remoción del polvo o tierra húmeda es difícil o imposible.
Se debe procurar diseñar teniendo en cuenta que debe mantenerse el equipo, así como la pintura y/ o recubrimiento correspondiente. Si no deja espacio suficiente para poder alcanzar las equinas, ángulos, etc., para limpiarlas, así como las partes superiores (demasiado cercana al techo), etc., se permitirá la corrosión al no poderse remover el sucio o electrolito.
-Uso de recubrimiento ya sean metálicos y orgánicos (pinturas).

d) Plan de mantenimiento
Indudablemente la ausencia de un programa de mantenimiento adecuado es la principal causa de la corrosión y deterioro de estructuras y partes metálicas expuestas al ambiente.
Las pinturas y recubrimientos deben ser reemplazados periódicamente ya que tienen un tipo de vida útil determinado, el cual se puede alargar si esta es retocada en la zona donde sea necesario

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